El proceso de la carne madurada hasta que llega a tus manos

Ya sabes, nuestras recientes inauguradas cámaras de maduración están en pleno rendimiento. Y el principal motivo es simple: ofrecer las piezas maduradas al gusto de cada cliente. Para ello, aquí tienes la oportunidad de tener la carne preparadas con tus necesidades de maduración, sabor y conformación. Te explicamos cómo lo hacemos y qué proceso seguimos. 

¿Cómo conseguimos esta maduración personalizada? Seleccionamos las piezas y las conservamos de manera que vayan adquiriendo las condiciones correctas y los días de maduración adecuados, que pueden varias según cada pieza y partida, evitando los hongos y los sabores de la carne no deseados. Para ello, se hace un seguimiento y control cuidadoso de cada pieza, para que el resultado sea óptimo según tus especificaciones. 

Este primer proceso, permite sacar lo mejor de cada pieza según su conformación y raza de origen, seleccionando la materia prima ideal para hacerlo. Son piezas que provienen de razas de conformación mediana, de rendimiento elevado y que provienen de explotaciones nacionales pequeñas. Su maduración puede variar i, de esta forma, según los días que se le aportan, las propiedades y el sabor irán evolucionando con ella, pudiendo servir el producto con 30 días o más. Para hacer todo este trabajo, contamos con profesionales especializados en el mundo de la carne. Personas formadas y con una larga experiencia en este mundo gastronómico, que conocen bien el producto y saben como tratar cada pieza para sacarle el mejor rendimiento. 

El siguiente paso de la personalización del producto es, si se desea, la manipulación para el corte. Tratar el producto en el formato personalizado es posible, ya que pueden convertir cualquier pieza madurada en chuletones de 1kg, de 300 o 400gr, en 8 costillas... Una adaptación 100% a tus gustos y formatos de la carne. Toda esta manipulación es en fresco y según especificaciones en cada caso, también con la posible congelación posterior. 

Y es que esta congelación se empieza des del primer momento en que ha estado manipulado el producto, mediante un proceso de ultracongelación de dos horas a -40ºC en abatidor. Esta técnica hace que el producto no se vea afectado, ni en la textura de la carne ni en los sabores ni propiedades. Además, hay ciertas razas como el Buey, la Suprema, la Rubia Gallega o la Minhota que os las podemos madurar por encargo, con maduraciones más largas de 30, 45 o hasta 60 días. 

Así pues, con todos los procesos posibles, tienes la forma de conseguir los resultados que quieras, de la categoría y maduración que más te guste para disfrutar de una gastronomía de nivel.