Jamones cocidos sin grasas ni fosfatos

Hace unas semanas, en nuestro Instagram, decíamos que no todos los jamones cocidos son iguales. Hoy, empezamos el post así de contundentes y convencidos de lo que decimos; y no porque sí, sino porque podemos dar razones de peso que lo certifican. Quieres saber cuáles son? Quieres conocer y probar los productos que lo cumplen? Continua leyendo; eres bienvenido/a una semana más a nuestro blog. 

"Elaborados con o sin humear, con todo el cuidado que se merecen y con un toque de especias mediterráneas" o "El placer de comer sano y bien, la ética aplicada a la gastronomía", son algunas descripciones genéricas que podrían encajar perfectamente a los jamones cocidos sin grasas ni fosfatos

Los orígenes de estos jamones cocidos radica en un proceso artesano que prioriza el reposo de cada pieza, con su posterior estado de maceración y maduración lentos, sin saborizantes ni aromas artificiales añadidos, en medio del frío y la tranquilidad de las cámaras donde, poco a poco, va surgiendo su color rosado y se van formando los aromas, estructura y sabor. Un vez terminado el proceso, la cocción del producto se realiza en el propio envase, con el objetivo de reafirmar todas sus propiedades organolépticas. 

Cada una de las piezas se trabaja de forma entera, mediando un desosado, desengrasado y desnervado manuales y aplicando técnicas que no alteran las propiedades de la carne fresca de origen, la cuál proviene de granjas sostenibles. El porcentaje de carne presente en estos jamones cocidos es muy alto, entorno al 90% y, gracias a esta apuesta de la carne, se obtiene un producto final con más sabor y textura, que se acaba de potenciar con la salmuera mínima necesaria para no modificar las características del jamón. 

Del mismo cuidado del producto, también surgen otros relacionados dentro de la misma categoría, como el pavo, que se caracteriza por un menor contenido en grasa y una mayor suavidad y frescura en boca. así pues, a partir de piezas moldeadas de forma natural y con procesos también artesanos, surge esta gastronomía saludable con alma mediterránea y con un selecto y delicado equilibrio entre tradición e innovación. Además, en el pilar básico central de la elaboración de estos jamones cocidos se encuentran reunidos los mismos valores: la máxima pureza y la sensibilidad y el cuidado hacia aquellos que son los consumidores finales. 

Nuestro compromiso nos dice que ofrecer este tipo de producto nos mantiene al margen de la convencionalidad, y en consecuencia, nos da la oportunidad de traer al mercado una alta gastronomía también representada en un mayor bienestar, salud, naturalidad y sostenibilidad con un sabor auténtico. Y, después de todo, reafirmamos que los jamones cocidos también se pueden presentar con parámetros exclusivos y diferentes y que, como decíamos, no todos son iguales. 

Fotografías originales cedidas por Erre de Vic